viernes, 27 de julio de 2018

Carta de despedida


No podía irme sin más. Es de recibo al menos dedicaros unas palabras después de todo este tiempo.
Han sido unos años muy intensos en los que hemos vivido de todo juntos. Jamás olvidaré las charlas a primera hora de la mañana con el personal de limpieza. Unos grandes profesionales que sin duda echaré de menos. Seguro que al final echaré de menos hasta los insípidos cafés de la máquina que nos servían para poder aguantar las largas jornadas. He conocido a mucha gente aquí y en mi corazón me llevo un poco de cada uno.
A todos nos llega nuestro momento para abandonar el barco, y como bien sabéis no he tenido potestad para tomar la decisión. Todo fue muy rápido e inesperado. Un día, como cualquier otro, escuché mi nombre por el altavoz. Me indicaban que acudiera a la consulta 3. Allí me esperaba un médico de guardia que se dispuso a verme esa tos tan preocupante que tenía. "Usted no tiene nada" me dijo. Claro, la tos se me había pasado ya hace un par de años. Y así sin más, me dijeron que me volviera a casa. Como si no fuera una persona, como si no tuviera sentimientos.
He de reconocer que va a ser muy duro. Esta mañana al volver a cambiar mi dirección en el padrón del ayuntamiento no pude evitar que se me saltaran unas lágrimas.
Chicos,  prometo visitaros de vez en cuando (al menos al principio me tendré que pasar para recoger la correspondencia y eso) y quiero animaros para que no viváis con el miedo de que os pase lo que a mí.
Un abrazo, os quiero.

2 comentarios:

  1. Sin duda un relato original y atípico en su argumento porque tal como lo cuenta el protagonista al lector nos hace sentir empatía y a su vez, tristeza porque le dan el alta, más que la alegría de salir. Y eso es por lo a gusto que ha estado y el cariño que siete por todo el personal. Me ha gustado mucho. Un abrazo

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  2. Muchas gracias por el comentario, me alegro de que te haya gustado. Lo escribí esperando a que me atendieran en un centro de salud. Pretende ser una crítica a esas largas esperas que a veces sufrimos desgraciadamente. Un abrazo.

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