jueves, 13 de febrero de 2020

Nos han abandonado


—¿Tú no tienes esa sensación?
—¿Qué sensación?
—Esa de estar abandonado.
—¿Abandonado? No te entiendo.
—Pues lo típico. Esa sensación de que te falta un guía, un referente, un ente que te controla y hace que sepas qué debes decir en cada momento.
—Ah, ya te entiendo. Entonces ¿a ti también te pasaba antes? Yo es que sentía que algo me empujaba a decir cosas absurdas.
—Sí, así es. Cosas sin sentido y sin gracia.
—¿Y ahora hace meses que no te pasa?
—Exacto. Llevamos meses aquí en este blanco vacío, cual escenario de Pocoyó, en silencio y sin hacer nada, mirándonos fijamente... Hasta ahora.
—Ha sido incómodo, ¿no?
—Un poco, la verdad. Pero no se me ocurría nada que decir.
—Ja ja ja.
—Je je je.
—Oye, ¿a ti no te pasa que, con tanta línea de diálogo sin narrar, no sabes si estás hablando tú o estoy hablando yo?
—Pues sí que me pasa... O te pasa a ti, no sé, ja ja ja.
—Nos estamos desviando. Entonces, ¿crees que ya no estamos abandonados?
—No. Creo que no. Creo que ha vuelto.
—Entonces me estás confesando que crees en la leyenda del Machacateclas.
—¿Qué?
—Pensé que la conocías. La leyenda cuenta que todos nuestros actos están guiados por un ser que escribe en un ordenador todo lo que debemos hacer y decir. Sobre todo "decir" porque se ve que no le gusta mucho narrar...
—Interesante, cuéntame más.
—Lo siento, es todo lo que puedo ofrecerte.
—Interesante, cuéntame más.
—De acuerdo, te contaré un secreto. Sé de buena tinta que el nombre del Machacateclas no es su nombre real. De todas formas seguramente ese apodo no tenga mucho sentido, porque por su forma de escribir dudo mucho que lo haga desde un ordenador. Yo diría que lo hace desde su móvil.
—En ese caso su nombre debería ser Machacapantallatáctil.
—Así es. Interesante, cuéntame más.
—Dicen que nos abandonó hace meses porque... Oye, que nos hemos liado otra vez. Que eras tú el me estabas contando esto.
—Cierto, perdón. Je je je.
—Ja ja ja.
—Bueno, sigo.
—El caso es que..
—Shh... No me líes. El caso es que se ve que hace meses dejó de machacar la pantalla táctil de su móvil para hacer de CM de un Podcast.
—¿Qué significa CM?
—No sé.
—¿Y podcast?
—Tampoco.
—Interesante, cuéntame más.
—Pues nada, eso. Que nos tiene abandonados por el podcast ese que hace con sus amigos.
—¿Tiene amigos?
—No lo sé, eso dice la leyenda.
—A mi me gustaría hablar también con la Leyenda esa.
—Se pronuncia con ele minúscula.
—Ok, pues con la leyenda esa entonces.
—Mejor. Bueno ¿y ahora qué?
—Ahora remitimos a los cotillas que están viendo esto a que escuchen Peskito y Medio Podcast.
—¿Y a que nos sigan en Twitter en @peskito3?
—Así es. En iVoox, Instagram and everywhere. Suscribíos y dadnos likes.
—¡Laiks, laiks! ¡Queremos laiks! ¡Laik!
—Laik arrolinstón.
—...
—...
—Esto es insoportable. No nos merecemos esto. Ojalá el Machacateclas nos vuelva a abandonar...
—Ojalá...
—...
—...
—¡Laik!

miércoles, 20 de marzo de 2019

Disney conquista el mundo


—Oye, ¿te has enterado de que Disney ha comprado Fox?
—¿Otra vez?
—Sí, otra vez.
—Tras comprar Pixar, Marvel y Lucasfilm, se han hecho con un auténtico monopolio del entretenimiento.
—Que mal rollo, ¿no?
—No, ¿por qué? Si es una empresa seria, con muchos años de experiencia y que sólo produce éxitos. Y encima van a crear una plataforma de streaming que aglutinará todas sus maravillas.
—Te han comprado a ti también, ¿verdad?
—... Sí.
—Y por eso llevas puestas esas orejas de Mickey, ¿verdad?
—Verdad.
—Oye, ¿y pagan bien?

martes, 19 de marzo de 2019

Regreso al pasado. O no.


Marty: Hey Doc, ¿por que me has hecho venir al aparcamiento de un centro comercial a las tantas de la noche?

Doc: Créeme Marty, va a valer la pena. Observa... ¡Un Delorean!

Doc señala a un coche gris.

Marty: ¿Un qué?

Doc: Un Delorean... Es la marca del coche.

Marty: Ah, es que no lo había escuchado antes, perdona. Que coche más... curioso. ¿Es nuevo o de segunda mano? Los kilómetro cero están muy baratos ahora.

Doc: Eso es lo de menos Marty. No es un simple coche, ¡es una máquina del tiempo!

Marty: ¿Quieres decir que has construido una máquina del tiempo...? ¡¡¿En un... ?!! ¿Cómo era?

Doc: Delooorean. Pero eso da igual. Vas a presenciar el primer viaje de tiempo de la historia.

Marty: ¿Que vas a hacer? ¿Mandar a tu perro un minuto al futuro?

Doc: ¿Qué? No, jamas pondría en peligro a mi perro. Esto es un riesgo que he de asumir yo. O más bien mi yo del futuro. Dentro de un mes voy a viajar justo a este momento en el tiempo. Llegando en 3, 2, 1...

Aparece de la nada un segundo Delorean en marcha. Se detiene y de su interior sale un segundo Doc.

Doc 2: Uoooooohhh. Ha funcionado, no me lo puedo creer. Choca esos cinco compañero.

El segundo Doc choca la palma de su mano con la del Doc original.

Marty: Guau. ¡Qué fuerte! ¿Y que pensáis hacer ahora?

El Doc original mira preocupado su reloj.

Doc: ¡Aparta Marty!

Doc empuja a Marty hacia el segundo coche, cuando de repente aparece un tercer Delorean en el lugar del que se acababan de apartar. De él sale un tercer Doc.

Doc 3: ¿Que pasa compañeros? Cómo me gusta juntarme con gente guapa.

Los Docs chocan los cinco de forma desacompasada y descompasada.

Marty: ¿Esto va en serio?

Doc: Pues sí, nuestro segundo Doc aquí presente (mi yo de dentro de un mes), se va a quedar aquí conmigo y, dentro de un mes también, viajará hasta este momento. O mejor dicho, acaba de viajar hasta este momento. 

Marty: Y déjame adivinar. El tercer Doc dentro de un mes va a viajar hasta este momento, ¿no?

Doc 3: ¡Bingo!

De repente aparece un cuarto Delorean.

Marty: ¡Anda ya!

Doc 2: Bueno, da gracias que hemos programado absurdamente nuestros viajes con destinos temporales espaciados en un minuto para que tanto tú cómo el lector asimile lo que está pasando.

Quinto Delorean.

Doc: Y te preguntarás, ¿para qué? Pregúntamelo.

Marty: ... ¿Para queeé?

Doc: Pues vamos a montarnos un concesionario de Deloreans, que nos hemos enterado que están muy demandados ahora.

Sexto Delorean.

Marty: Pero dentro de un mes todos los demás Docs tendrán que usar sus respectivos coches para viajar hasta este momento y no provocar una paradoja temporal.

Doc: Pues lo van a tener complicado porque ya tengo vendidos cien ejemplares para esta semana.

Marty: Pero, si dentro de un mes no pueden volver hasta este momento, sus líneas temporales desaparecerán y por tanto su existencia... Y la de los coches.

Doc: Dentro de un mes estaré de vacaciones indefinidas en Hawái. Que me busquen los compradores.

Séptimo Delorean.

Marty: Pero Doc, ¿y que hay de tus "yo" futuros? ¿No te dan pena? Además, si son tus "yo" del futuro y por tanto saben el plan, ¿cómo han accedido a esto?

Doc: Dentro de 29 días pienso someterme a un proceso experimental en el que alteraré mi cerebro de forma que creeré que los viajes que voy a realizar son para realizar un ejército de Docs que planean conquistar Gibraltar. Evidentemente, cuando llegue ese día, cambiaré de idea y no me someteré a nada, ni mucho menos realizaré mi primer viaje en el tiempo.

De repente todos los Docs y Deloreans empiezan a desvanecerse.

Doc: ¡No! ¡No! Quiero decir que jamás haría nada de lo que acabo de decir. Realizaré mi primer viaje como tenía previsto, al igual que el resto de viajes futuros.

Todos los Docs futuros y Deloreans vuelven a materializarse.  El Doc original guiña un ojo a Marty y luego al lector.

Marty: Pero Doc, ¿no es más fácil y más "ético" viajar al futuro, comprar un almanaque deportivo, volver y ganar un par de apuestas? ¿Es que no te dan pena tus otros "yo"?

Doc: Siempre he pensado "si vas a forrarte, hazlo con estilo". Y total, al fin y al cabo ellos no son yo.

Suena de fondo "Él no soy yo" de Blas Cantó.

Aparece el vigésimo tercer Delorean.

Fundido en negro.

El lector huye despavorido.

lunes, 5 de noviembre de 2018

This is Halloween


—Oye Johnny, ¿cómo vamos de tiempo?
—Bien, tranquilo. Queda una hora para que empiece la peli.
—Ah, vale. Es que me he distraido con el Instagram y ya me veía engullendo el Big Mac y la Coca Cola. ¿Que peli vamos a ver al final?
—La de Venom, aunque tiene mala puntuación en Filmaffinity .
—Bueno ya, pero esa hay que verla. Ya te digo que yo no voy a esperar a que salga en Netflix.
—Ostras mira, un niño disfrazado de Frankestein.
—Claro es que es Halloween.
—Uff, de verdad que no puedo con las americanadas estas.
—Yo tampoco macho, estos yankees, yo paso de ellos todo lo que puedo. Ayer publiqué en mi muro de Facebook un post sobre el tema a ver si la gente se da cuenta de que es una americanada total. Mira...
—Ala, ¡te has pillado el iPhone nuevo!
—Sí tío, es una pasada.

viernes, 17 de agosto de 2018

Riz Hacha Rota


Riz Hacha Rota era un valeroso guerrero enano. Pertenecía a un grupo de aventureros muy famoso en la zona. Aunque jamás lo reconocería, él los consideraba su familia.
Una tarde abandonó su grupo junto al mago elfo Metakawib. Querían explorar un antiguo bosque dónde había una gran presencia de magia negra. Darían un vistazo rápido para volverse a unir al resto de compañeros antes de que anocheciera.
Riz seguía a duras penas el ritmo marcado por Metakawib. Normalmente cuando el mago era consciente de que se había alejado demasiado de su compañero, disminuía su ritmo con una medio sonrisa dibujada en la cara. Pero una de las veces, en lugar de lo acostumbrado, el elfo se detuvo en seco. No se giró ni un ápice para observar al enano que le seguía el paso.
Riz lo alcanzó algo asustado esperando ver algo impactante frente al mago. Delante de él había un árbol. Un árbol bastante común. Pero Metakawib no apartaba la mirada de él. El enano lo zarandeó sin éxito para ver si así despertaba de su letargo. No le dio tiempo a meditar sobre lo que estaba ocurriendo cuando de repente Metakawib desapareció delante de sus narices. No había rastro de él.
—¿Qué estás haciendo ahí parado? No tenemos todo el día —reprochó la voz del mago en la lejanía.
Riz giró hacia la voz y vio al elfo a unos diez metros de él. No entendía nada, y lo prefería así; nunca fue amigo de la magia.
Al alcanzarlo siguieron su camino juntos. Pero al cabo de unos minutos, de nuevo Metakawib se quedó inmovilizado. Riz asustado por la situación sacó su hacha y se puso en guardia.
—Quien quiera que seas, ¡sal de tu escondrijo, cobarde! —gritó el guerrero.
De repente, Riz observó como su hacha desaparecía de sus manos y volvía a estar enfundada. Metakawib se había teletransportado de nuevo una decena de metros por delante suya y le observaba con cara extrañada. Eso fue lo último que vio Riz aquel día. De repente el mundo se desvaneció frente a sus ojos.
En ese mismo momento, Ricardo apagaba su ordenador y con su móvil escribía a su amigo Manuel lo siguiente: “Tío, así no hay quien juegue. Hasta que no me pongan fibra, y se solucionen los lagazos, yo no vuelvo a entrar. Sorry”.

viernes, 3 de agosto de 2018

Nada fuera de lo normal


Últimamente mi entorno tiene una obsesión con que vaya al médico que no es normal. Y simplemente tengo un resfriado común, no hay que darle más vueltas. Tal vez me esté durando un poco más de lo habitual.

Es cierto que los dos primeros días fueron duros, tuve malestar general y dolor de cabeza. Nada fuera de lo normal, ni que no se solucione con paracetamol.

Los días siguientes desaparecieron esos síntomas, pero es verdad que empecé a tener una tos algo molesta. Nada fuera de lo normal, ni que no se solucione con paracetamol, insisto.

A la semana seguía con la tos pero no estaba mal. Es cierto que me molestaba la garganta, pero es normal al estar tosiendo frecuentemente. Insisto, nada fuera de lo normal, ni que no se solucione con paracetamol.

En la segunda semana (que sigue siendo un plazo de duración normal de un catarro común) mi familia empezó a toser levemente. En el trabajo también. Es que en estas fechas los aires acondicionados hacen mucho daño. Nada fuera de lo normal.

La tercera semana la tos empezó a ser más desagradable y el dolor de garganta más intenso. Tuve que doblar la dosis de paracetamol, pero no hay que asustarse. Peores catarros he tenido. Nada fuera de lo normal.

El segundo mes la verdad que me asusté un poco. Me empezaron a salir ronchas por el cuerpo y a caérseme el pelo. Pero mirando por internet vi que probablemente se debiera a una reacción alérgica. Seguramente fuera al paracetamol. Así que nada, me pasé al ibuprofeno. Nada fuera de lo normal, no iba a ir al médico por semejante tontería.

Los días siguientes observé cómo las personas de mi entorno también tenían ronchas y pérdidas de pelo. Algunos parecían como si hubieran perdido la capacidad de hablar, tan sólo balbuceaban cosas ininteligibles. Parece mentira que haya tantos alérgicos al paracetamol.

He de reconocer que cuando se me empezaron a caer cachos de carne me planteé lo del médico. Pero probé a quitarme el ibuprofeno y empecé a notar que se me caían menos cachos. Ya hay que tener mala suerte para tener alergia al ibuprofeno también. Eso tal vez es algo fuera de lo normal, hay que ser sinceros.

De todas formas, esos primeros meses de resfriado tampoco estuvieron tan mal viendo como estaban en mi entorno. Me acostumbré a vivir con esos pequeños síntomas que no desaparecían y con todo lo que vino después ya ni me percataba de ello.

Fueron tres años muy duros, tuve la mala suerte de vivir resfriado el denominado “Apocalipsis de la infección omega”. Ya sabéis cómo cambió todo en nuestras vidas. Eso que tantas veces habíamos visto en películas pasó de verdad: ¡una invasión zombie! De locos. Aún siguen buscando al paciente cero, sospechan que es alguien con cierta inmunidad parcial y está propagando el virus. Ay como lo pille.

Desde entonces mi catarro ha sido lo de menos, como comprenderéis. Pero la verdad es que fue complicado el tema de compaginar la tos con la búsqueda sigilosa de provisiones. Que risas recordando anécdotas con Johnny, je je. Ahora que estamos organizados en comunidades la cosa es más llevadera. El viejo Johnny siempre me dice: “Eh Willy, hijo, maldita sea, ¿cuando piensas ir a que te miren esa tos?”. Y yo le contesto: "Johnny, hace meses que perdimos a nuestro médico, ¿no lo recuerdas? No pienso recorrer 15 millas hasta la comunidad más cercana para mirarme un simple resfriado común. Maldita sea, Johnny”. Es un viejo pirata nuestro Johnny.

Así que aquí sigo con los últimos resquicios de los síntomas. Ahora tengo los ojos un poco rojizos, pero aún así creo que la cosa va mejor y, cof, cof, perdón. Decía que creo que la cosa va mejor y que toso men… Cof, perdón. Toso menuorlgllggg… Cerebrorgsss… Comer… Cof, perdón. Johnny ¿qué haces con esa escopeta? Tranquilo, que voy al médic… cof, cof. Me cojo el día y le digo a Peter que haga mi guardiarlggg… No creo que sea nada fuera de lo normal. Cerebros ricooos, paracetamolrgrll…

viernes, 27 de julio de 2018

Carta de despedida


No podía irme sin más. Es de recibo al menos dedicaros unas palabras después de todo este tiempo.
Han sido unos años muy intensos en los que hemos vivido de todo juntos. Jamás olvidaré las charlas a primera hora de la mañana con el personal de limpieza. Unos grandes profesionales que sin duda echaré de menos. Seguro que al final echaré de menos hasta los insípidos cafés de la máquina que nos servían para poder aguantar las largas jornadas. He conocido a mucha gente aquí y en mi corazón me llevo un poco de cada uno.
A todos nos llega nuestro momento para abandonar el barco, y como bien sabéis no he tenido potestad para tomar la decisión. Todo fue muy rápido e inesperado. Un día, como cualquier otro, escuché mi nombre por el altavoz. Me indicaban que acudiera a la consulta 3. Allí me esperaba un médico de guardia que se dispuso a verme esa tos tan preocupante que tenía. "Usted no tiene nada" me dijo. Claro, la tos se me había pasado ya hace un par de años. Y así sin más, me dijeron que me volviera a casa. Como si no fuera una persona, como si no tuviera sentimientos.
He de reconocer que va a ser muy duro. Esta mañana al volver a cambiar mi dirección en el padrón del ayuntamiento no pude evitar que se me saltaran unas lágrimas.
Chicos,  prometo visitaros de vez en cuando (al menos al principio me tendré que pasar para recoger la correspondencia y eso) y quiero animaros para que no viváis con el miedo de que os pase lo que a mí.
Un abrazo, os quiero.